Huellas que buscan el bien
Carrera infinita tras el viento
Arañando las ganas del placer prohibido
Clamando en un desierto de soledades
Con gritos silenciosos
Vaciando el mar en un ímpetu de ansiedades
Compartidas
Jardín edénico bajo el estigma del pecado original
Adán y Eva condenados al olvido
Caminando en el miedo
De un suelo de espina y piedra
Somos visitantes de etéreo parajes
Compartiendo un secreto
Viviendo en la última frontera
De sueños ilícitos
Calcinados en mágicas hogueras
De deseos perennes
Sintiendo que a cada momento
Te apegas a mi cuerpo
Fragmentando trincheras puestas para el beso
Hincando raíces eternas en mi suelo sagrado
Asilado en el húmedo pliegue de mi sonrisa vertical
MARIA OLIMPA BRACHO
jueves, 27 de septiembre de 2007
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